Día 272, miércoles

En mi casa se han molestado porque ando saliendo mucho de noche y durmiendo hasta las 11 de la mañana. Lo que no saben es que yo en realidad me despierto temprano, me masturbo y me vuelvo a dormir. Hoy soñé que venían a mi casa dos chicas que se metían a la ducha conmigo. Yo miraba por la ventana y me ganaba con un enorme avión comercial que estaba como suspendido en el aire, retrocedía y encayaba sobre la ciudad, destrozando casas y avenidas enteras. A continuación, me dirigí a mi cuarto, a encender la tele y poner Canal N, pero no pasaban nada del avión estrellado. De pronto, mi habitación estaba llena de personas que yo apenas conocía. Todos estaban tumbados en el piso, conversando. Especialmente aquellas dos chicas que se metían a la ducha conmigo.

Día 270, lunes

Estaba sentado, frente a la computadora, tratando de llenar una página en blanco, cuando de pronto empecé a escuchar una serie de voces que llegaban a mi cabeza desde un mar de interferencia. Era como una estación de radio a la que es difícil agarrar en la frecuencia adecuada. Por un momento, intenté descifrar qué era lo que decían aquellas voces, afinando el oído y tratando de escuchar con más atención. Pero resultó inútil. No me interesaba lo que decían aquellas voces. Además, estaba con Dylan en el Winamp, tratando de escribir cualquier cosa, pensando en que Hank Moody, el personaje de Californication, es un cuero total. Probablemente, las voces me querían advertir de muchas cosas. Como, por ejemplo, que soy el muñeco del ventrílocuo, un cobarde y medio gay servidor de Lucifer. Tal vez éste haya sido un intento de contacto extraterrestre, o un mensaje de mí mismo desde el futuro. Pero no. Yo estaba muy ocupado, pensando en que David Duchovny por fin se libró del mal estigma dejado por Fox Mulder, su personaje en los X-Files, ¡y ha vuelto a la tele como siempre lo quisimos ver!

Día 269, domingo

Hoy caí en la cuenta, demasiado tarde, después de almorzar y de empacar algunas cosas de mi cuarto, que me había puesto un zapato con una plantilla y en el otro no.

Había decidido colgar esta foto hace más o menos tres meses. Es de mi cumpleaños y en ella se ve a mi amigo John entregando mi regalo, mientras le explica a quien captura el momento cómo es que debe quedar la imagen. En otras palabras, es una fotografía que se explica a sí misma, porque John había decidido que tenía que vérsele así, entregándome el regalo. Unas horas más tarde, John se iría, como siempre, enagenado, borracho y ciego debido al alcohol. Yo nunca probé el regalo. Te quiero, John.

Día 261, sábado

"And the rain falls on the city, and the rain falls on the city, and the rain falls on the city. Baby, baby, don´t turn blue".

Día 256, lunes

Soñó que salía conmigo a una fiesta y luego me ponía a matar gente y a tener sexo con ella sobre una mesa. Supuestamente, yo era un asesino en serie que no le hacía daño porque era mi novia. Muy romántico resulté ser en su sueño. Sin duda, un tipo interesante, con un hobbie muy de moda. Y si tomamos en cuenta que ella salía conmigo aún sabiendo que yo mataba gente, pues pude haberle resultado hasta sexy. Le voy a decir que deje de ver "Dexter".

Día 254, sábado

Su gata le dice que las mujeres sin bigote no son sexys.

Día 247, sábado

Lo más relevante de estar con una chica es que su cuerpo pasa temporalmente a ser tuyo. Es común que un hombre se refiera a las tetas de su chica, por ejemplo, como "mis tetas". Sí, ésas son mis tetas, mi culo, mi vagina. Al igual que una mujer puede coger el pene de su chico, contemplarlo y pensar: éste es mi pene, es mío, todo mío. Digamos que yo siempre quise un par de buenas tetas.